martes, 3 de diciembre de 2013

Submarino de la flota de la Marina rusa en el Mar Negro con tecnología stealth, invisible para los radares

El 'Novorossiysk' --el primer submarino de la Flota de la Marina rusa en el mar Negro dotado de tecnología 'stealth', que le hace casi invisible a los radares-- ha sido botado en los astilleros Admiraltéiskie, en San Petersburgo, en el oeste de Rusia, según ha informado la agencia de noticias oficial RIA Novosti.

El 'Novorossiysk', cuya construcción comenzó en agosto de 2010, es el buque insignia del programa Varshavianka, también conocido como clase Kilo Mejorada en terminología OTAN. Los submarinos de esta clase son capaces de detectar un blanco a distancias hasta tres o cuatro veces superiores a las que necesitan los sumergibles análogos de otros países, según datos de la Marina rusa.

"Una de las flotas más antiguas de Rusia, la del mar Negro, adquiere por fin su componente submarino gracias a esta serie", ha destacado el segundo jefe de Estado Mayor de la Marina rusa, el contralmirante Victor Bursuk, en la ceremonia de botadura celebrada este jueves en los astilleros militares de San Petersburgo.

Este mismo astillero está construyendo en la actualidad para la Flota del mar Negro otros dos submarinos similares, el 'Rostov del Don' y 'Stari Oskol', así como sumergibles del programa 636.1 destinados a la exportación.
En total, la Flota del mar Negro de la Marina Rusa tiene encargados seis submarinos de esta clase, que deben ser entregados en 2016. Los submarinos diésel-eléctricos de este programa desplazan 3.100 toneladas, tienen una velocidad máxima de 20 nudos y pueden sumergirse a 300 metros. Con una tripulación de 52 militares, el sumergible está armado con 6 tubos lanzatorpedos de 533 milímetros y minas.

CAF-Thales gana un contrato de 335 millones de euros con el Metro de Santiago de Chile


   El proyecto de estas nuevas líneas es el más relevante en la historia del Metro de Santiago de Chile y uno de los mayores hitos de infraestructura en ejecución en Chile. Tras su puesta en funcionamiento, se dará cobertura a más de un millón de potenciales usuarios en la red, a través de 28 nuevas estaciones.

El Consorcio formado por la compañía CAF de Beasain (Gipuzkoa) y la empresa canadiense Thales (CAF-Thales) se ha adjudicado por 451 millones de dólares (335 millones de euros) dentro de una licitación internacional el suministro y mantenimiento de trenes y sistema de pilotaje automático al Metro de Santiago de Chile, anunció en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En concreto, la propuesta del consorcio se ha adjudicado, tras un proceso de 15 meses de duración, el suministro de 185 nuevos coches con aire acondicionado, de los que 115 son para la Línea 3 y 70 para Línea 6, así como el sistema de pilotaje automático CBTC y el mantenimiento del material rodante.
La oferta incluye suministros por valor de 336 millones de dólares (250 millones de euros), costes de mantenimiento y repuestos por 19 millones de dólares (14 millones de euros). Ambas partidas se ven complementadas en moneda local.
 En la nota, CAF-Thales indica que una de las características destacadas en la oferta técnica ganadora es la eficiencia energética que representa el transporte de un número mayor de pasajeros con menor consumo de energía.

De esta forma, los nuevos coches tendrán una capacidad de 260 pasajeros, superior a la actual oferta de los trenes que ya operan en la red. Además, los 185 nuevos coches contarán con aire acondicionado, sistema de pilotaje automático, sistema de información a pasajeros, cámaras de vigilancia al interior de los trenes y mayor seguridad, entre otras innovaciones, que ubicarán a las dos nuevas líneas entre las más avanzadas del mundo.

Baterías que almacenan sol y viento


Empresas como Acciona prueban un sistema de Saft basado en ion-litioel cual permitirá almacenar energía renovable para aprovecharla cuando el clima no acompaña. Las energías renovables no contaminan, son inagotables, reducen la dependencia exterior y crean cinco veces más empleo que las convencionales. Pero tienen un problema: no se pueden guardar en tanques o embalses, por lo que no siempre se puede disponer de ellas. 


Por lo cual las compañías eléctricas están cada vez más interesadas en desarrollar sistemas de almacenamiento de energía a gran escala que garanticen que el suministro no se interrumpirá cada vez que las condiciones de sol y viento no acompañen. Hay varias tecnologías que lo hacen viable y las empresas están probando cuál es el más rentable.



Acciona y Endesa proponen como solución las baterías de ion-litio, en las que lleva trabajando más de 15 años. En ese tiempo han desarrollado aplicaciones industriales basadas en esta tecnología para los sectores de telecomunicaciones, aviación, ferrocarriles y renovables.


En el caso de estas últimas, la solución de Saft consiste en almacenar el excedente de energía producido por molinos de viento o paneles solares (o ambos a la vez) en baterías de litio alojadas en contenedores de 20 pies y conectadas a un centro de control remoto. Cada vez que el sol y el viento escaseen, la eléctrica podrá ordenar al sistema que devuelva el sobrante a la red, de manera que el suministro se mantenga estable.

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